lunes, 17 de agosto de 2015

Siendo realistas

Durante este primer año de actividad en el blog he acostumbrado a publicar entradas justificando los motivos que me han impulsado a no subir nuevo material porque no-sé-qué o a saltarme a la torera mi propia programación por tal-y-cuál. A principio de verano decidí proponerme una serie de publicaciones ordenadas y puntuales, sin los fallos de programación a los que tengo acostumbrados a mis fieles (no entro en números) seguidores. Como es habitual, he pinchado en la primera curva. ¿La razón? Una empanada monumental. Y es que, aun tras haber sorprendido a uno mismo con los resultados de la selectividad, un servidor no ha sido capaz de tener en cuenta la más sencilla de las premisas a constatar en esta época del año, que ha sido precisamente la causante de este último período de pasotismo injustificado: el verano.