martes, 30 de junio de 2015

El libro de la semana: Leyendas

Madre mía, la empanada que manejo... pero, como siempre, tengo excusa. Resulta que en La Finca no tengo wi-fi, y había programado el Top 10 y la doble teoría de la semana pasada para el sábado y el domingo, respectivamente... pero para ello antes tenía que haber hecho 'clic' en Guardar, en vez de en Cerrar. Esto me pasa por no controlar.
Pero vamos al tema. El libro que os voy a recomendar esta semana tiene unos cuantos añitos, así que os voy a pedir que retrocedáis un par de siglos en el tiempo y os situéis a mediados del siglo XIX. O lo que es lo mismo, en el segundo tema de literatura de 2º de Bachillerato.
Va de Bécquer hoy la cosa
Siempre me han apasionado los libros catalogados popularmente como 'joyas literarias'. En el salón de mi casa tenemos una estantería privilegiada para todas esas historias que han llegado a considerarse en algún momento como referentes en lo que a literatura se refiere, sea en ámbito nacional o universal. Una de las primeras que me aventuré a leer, quizá por la ambigüedad de su título, fueron las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer. Recuerdo con cariño (y hasta cierto punto algo de terror) La cueva de la mora, Rayo de luna y Los ojos verdes, aunque probablemente la que más veces haya releído sea El Monte de las Ánimas. Quizá la predilección de Bécquer por el paisaje soriano para ambientar sus composiciones y el apego que llegué a coger a esa zona hace unos cuantos años haya tenido que ver con este hecho en particular.
Hoy en día, no son pocos los jóvenes que acuden al cine únicamente para que se le ericen los pelos de la nuca con largometrajes de "terror", en lugar de decidirse a disfrutar de una película en condiciones. Sin embargo, si alguno de los lectores cae en la cuenta de que un conocido se encuentre en ese colectivo al que me podría referir como los "aterrados", yo lo apremio a que recomienda a su colega la lectura de estas leyendas. En una noche tranquila, lejos de la ruidosa metrópoli, sin compañía alguna más allá de la luz de una lámpara (una vela para los más atrevidos) y este libro. Si se da el caso, ruego escribáis en los comentarios el resultado de dicho experimento social. Hasta más leer, miserables.

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