miércoles, 1 de abril de 2020

En cuarentena 1x31: Los fundadores de Hogwarts

Muy buenos días, mis queridos lectores (aclaración: leer con la voz de un mini-yo de 15 años). Hoy les voy a contar la asombrosa historia de un colegio. Un colegio conocido por todas y cada una de las personas de este planeta, tanto mágicas como muggles. Les estoy hablando (como si no lo supieran ya) del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Como la historia tiene suficiente contenido como para ocupar un libro completo del tamaño de la Biblia, la he resumido en unas pocas entradas que espero disfruten como yo he disfrutado redactándolas. En esta ocasión, trataré sobre los fundadores de la escuela.
Escultura que representa al arquitecto de Hogwarts.
El Colegio Hogwarts fue fundado hace miles de años por los cuatro mejores magos de la época: Godric Gryffindor, experto duelista y posible profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras; Helga Hufflepuff, admirable por su bondad y sus dotes en la cocina; Rowena Ravenclaw, la más sabia maga de su época, poseedora de la preciada Diadema de Rawenclaw, que aumenta la inteligencia de quien la porta; y Salazar Slytherin, íntimo amigo de Gryffindor y uno de los pocos hablantes de la lengua pársel que ha pisado la escuela. Estos cuatro magos construyeron el castillo en un pequeño acantilado de las tierras altas de Escocia, sobre un pequeño lago (en el que habita, entre otras criaturas, un calamar gigante) y cerca de un extenso bosque.
Cada uno de los fundadores fundó su propia casa para que los alumnos fueran enviados a ella. Las casas llevaban el apellido de los fundadores, y sólo los que cumplieran con el criterio de los fundadores podrían ser seleccionados para dicha casa. Gryffindor, por ejemplo, sólo aceptaba aquellos que destacaran por su temple y su valentía; Ravenclaw sólo aquellos que tuvieran una gran mente, abierta e inteligente; Slytherin no aceptaba a magos de sangre no-mágica (vulgarmente llamados "sangre sucia"), y sólo aquellos astutos jóvenes que utilizaran cualquier medio para lograr sus fines podían ser seleccionados para esta casa. Por su parte, Hufflepuff admitía a cualquier alumno de buen corazón, ya fuera sabio, astuto, valiente o torpe.
Retrato de Salazar Slytherin.
Fueron buenos los primeros años en Hogwarts, pero con los años Slytherin tuvo una disputa con los demás fundadores por su criterio sobre los magos de sangre no-mágica, y terminó abandonando el castillo. Después de esto, los tres fundadores restantes continuaron enseñando en Hogwarts hasta el fin de sus días. No se sabe muy bien el orden en el que fallecieron, pero el último que quedó hechizó un viejo sombrero de mago para que en el futuro seleccionara a los alumnos según los criterios de los cuatro fundadores (a pesar de su huida del colegio, la casa de Salazar Slytherin siguió acogiendo a alumnos que cumplieran con las espectativas de dicha casa). Este sombrero se conoció desde ese momento con el nombre de el Sombrero Seleccionador.
Antes de su repentino abandono, Salazar Slytherin construyó una cámara subterránea a la que se accedía desde el baño de las chicas del segundo piso, conocida como Cámara de los Secretos, y la selló para que únicamente su heredero legítimo la pudiera abrir, y de esa manera liberar y controlar al monstruo que se encontraba en ella para que acabara con aquellos alumnos que, en opinión de Slytherin, no fueran dignos de hacer magia. Este monstruo era un Basilisco, una gigantesca serpiente cuya mirada es letal.
Puerta de la cámara secreta de Salazar Slytherin.
Helena Ravenclaw, hija única de Rowena, era una hermosa joven que rechazó en su día a todos sus pretendientes, por lo que su madre se enfureció sabiendo que no iba a dejar descendientes debido a la testarudez de su hija. Helena, que prefería centrarse en cosas verdaderamente importantes como, en su opinión, la inteligencia, le robó a su madre la preciada diadema que concedía la sabiduría extrema, y huyó con ella muy lejos, hasta alcanzar la lejana Albania. Rowena envió a uno de sus antiguos pretendientes a buscar a su hija desaparecida. Dicho Barón encontró a Helena en un bosque albano, pero esta se negó a volver con él, por lo que el pretendiente enfureció y la apuñaló hasta la muerte. Arrepentido, el Barón se suicidó.
La diadema que Helena Ravenclaw le robó a su madre.
Se sabe que Godric Gryffindor poseía una espada forjada por el duende Ragnuk I, que, tras su muerte, se apareció a innumerables miembros de la casa Gryffindor. Dicha espada no es afectada por la suciedad ni el óxido: sólo acepta aquello que la fortalece. Se dice que la espada saldrá del Sombrero Seleccionador cuando aquel alumno que la necesite demuestre que es un auténtico Gryffindor.
También es constancia de otros dos objetos históricos pertenecientes a los fundadores: un guardapelo perteneciente a Salazar Slytherin, con una letra S (formada por esmeraldas) grabada en la parte delantera, y la copa de Helga Hufflepuff. Ambas fueron legadas a los hijos de los fundadores, y más tarde a sus nietos. Hasta hace 14 años se desconocía el paradero de ambos objetos.
La copa de Helga Hufflepuff.
Tras la muerte de los fundadores, Hogwarts fue puesta en manos de un director, y a la muerte o retiro de éste, fue sustituido por otro. Destacaron muchos directores en la historia de Hogwarts. Entre los antiguos directores figuraban Everard, Dexter Fortescue, Newt Scamander (esto fue escrito antes de que cambiasen el canon original para hacer la estúpida adaptación de "Animales fantásticos"), Heliotrope Wilkins, Dilys Derwent y Phineas Nigellus Black. Antes de la Primera Guerra Mágica, la escuela estaba dirigida por Armando Dippet, cuyo puesto posteriormente ocupó el reconocido mago más poderoso del mundo: Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore.
El lema de la escuela Hogwarts de Magia y Hechicería es "Draco dormiens nunquam titillandus", que significa "Nunca hagas cosquillas a un dragón dormido". Este lema está impreso en el escudo de armas del colegio, que posee también los cuatro símbolos de las cuatro casas del colegio: el león de Gryffindor, el hurón de Hufflepuff, el águila de Ravenclaw y la serpiente de Slytherin. En el centro del escudo hay una enorme letra H.

2 comentarios:

  1. esa estatua no es de Gryffindor, es del arquitecto de Hogwarts

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  2. Tienes razón, ¡corregido! Esta entrada la escribí en un blog antiguo cuando tenía 10 años, sería un error mío... incluso puede que no estuviera documentado. Sea como sea, ¡gracias por el apunte!

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