viernes, 9 de enero de 2015

TOP 10: Lo mejor de lo mejor (The Beatles)

Hola de nuevo. Siento mucho no haber podido cumplir mis compromisos de las últimas semanas... como ya os comenté he pasado las vacaciones sin el ordenador que suelo utilizar para estos medios, y a mayores tampoco es que haya tenido unas navidades muy tranquilas, poco tiempo habría tenido, vamos. Pero dejemos el pasado atrás, vamos con lo que nos ocupa, el Top 10 de la semana.

Y antes de que se me olvide, quiero que le echéis un vistazo a este texto de mi admirado Ignasi Vidal, (sí, el inspector Javert, que además de músico, director y dramaturgo profesional es escritor) que ha titulado "Pequeño catálogo sobre el fanatismo y la estupidez humana". Tiene su aquél que lo haya publicado precisamente en estos últimos días, así que prestad atención a la pequeña introducción en la que habla de la barbarie que está teniendo ahora mismo lugar en París... increíble, parece que en lugar de evolucionar, nuestra especie retrocede para actuar como auténticas alimañas.

Pero en fin, tratemos de arrojar algo de luz sobre el mundo, que es lo que hoy en día más necesita. Y, curiosidades de la vida, en mi experiencia como persona de a pie no hay nada mejor para levantar el ánimo y alegrar la cara que la buena música. Cada uno tiene sus gustos, claro está (inciso: quien considere que el reggaetón y similares son dignos de ser denominados géneros musicales puede ir saliendo de esta página, YA). Pero pocos pueden poner en duda que uno de los más célebres (ojo, célebres, que no hablo de profesionales ni de calidad, aunque en mi caso considere que también son los número uno en esos campos) grupos de música de los tiempos modernos han sido The Beatles.
No voy a alargar más la introducción, que conociéndome sabréis que será bastante habitual (os daréis cuenta cuando el blog se vaya llenando de entradas en este nuevo año) encontrar algo sobre The Beatles por estos parajes. Hoy me limitaré a hablar de las diez mejores canciones de este grupo. ¡Vamos a ello!

10. Eleanor Rigby: Empezamos con una de las clásicas. Muchos son incapaces de relacionar esta singular pieza instrumental con el grupo de rock por antonomasia, quizás debido a su extraordinaria (en el sentido estricto de la palabra) composición. La canción se contruye en torno a un acorde de mi menor, acompañado por un violín solista, tres segundos, dos violas y otros dos violonchelos, que utilizan diversas técnicas a cada cuál más singular para acompasar la melodía principal. La letra versa sobre una mujer solitaria llamada Eleanor Rigby, que "recoge el arroz en la iglesia donde se ha celebrado una boda", y que pasa las tardes esperando en su ventana a alguien que nadie vendrá; y sobre el padre McKenzie, un sacerdote cuyo discurso no va a escuchar nadie. Finalmente, el clérigo terminará enterrando a Eleanor. Parece que la canción trata, sin más, sobre lo que canta el estribillo: "toda la gente solitaria".
9. Here, there and everywhere: ¿Por qué esta canción destaca sobre todas las demás? Pues parece lógico: que en medio de todo ese derroche de efectos que supuso Revolver surgiera casi en volandas esta sublime canción por parte de Paul no pasó desapercibido para las masas. Una de las canciones más bellas de la banda, y además reconocida como una de las preferidas tanto de McCartney como de Lennon. Se trata de una canción muy bien estructurada en la que cada estrofa empieza por una de las palabras del título. Los coros y los chasquidos añadidos a contrapulso le dan un toque suave y místico a un mismo tiempo, que hacen de este tema uno de los más dulces de toda la trayectoria del grupo.
8. Day Tripper: Uno de los riffs más memorables protagoniza esta inusual canción que tanta polémica causó en su día. En primer lugar y sin ir más lejos, los locutores alemanes tuvieron serias retinencias para pasar el disco por sus ondas de radio, pues en la lengua de Goethe tripper significa "blenorragia". Y además de esto, la letra (como a partir de entonces fue extremadamente usual en las nuevas canciones de John & Co.) guarda un doble sentido bastante peculiar... el título parece que nos hace pensar en un viaje, sí, pero hay que mirarlo con las gafas de John Lennon para poder leerlo con claridad, con las gafas de los 60: habla de un colocón. Y hay algún que otro significado algo más escabroso que prefiero no mencionar, investigadlo si os pica la curiosidad. La cancioncita tuvo muy buena acogida, ya que la mayoría de la gente desconocía su significado original, además de que trajo consigo una innovación: el LP en el que se presentó no tenía una cara A y una cara B como acostumbraba hasta entonces, sino dos caras A. Esto fue porque John se negó a que We can work it out, la composición de Paul que iba a acompañar a Day Tripper (y que fue propuesto para figurar en primera plana del single al ser más "potable" que la peculiar canción de Lennon), ocupara la cara A del vinilo, por lo que tuvieron que hacer un apaño que acabó por convertirse en hábito.
7. Something: La segunda canción más versionada del grupo (después de Yesterday). Es curioso como las composiciones de George Harrison, el "callado" del grupo (del que hablaré en solitario en más de una entrada si el tiempo me lo permite), encuentran una acogida tan calurosa en el público, especialmente en los que tienen algo de experiencia como músicos. La balada estrella de Abbey Road es uno de los temas más románticos de la banda, y uno de mis favoritos a la hora de "¡Oye, tócanos algo de los Bitels!". Me encanta el videoclip que grabaron para la canción, en el que aparecen los cuatro con sus respectivos amoríos de aquél entonces (claro que quién sabría que la caprichosa Pattie Boyd, a la que Harrison dedicaría esta canción, sería el próximo objetivo de Eric Clapton y acabaría por dejar a Georgie... menuda pájara).
6. While my guitar gently weeps: Otro de las canciones con mayúscula de George. Posiblemente fue el tema que le permitió elevarse hasta el nivel de McCartney y Lennon para defender su puesto en la banda, y para reclamar su título de compositor de más éxito entre los dos titanes. Eric Clapton es quien tiene el honor de tocar el sublime solo de guitarra de esta canción... sobran las palabras cuando se trata de George Harrison, mejor escuchadlo vosotros mismos.
5. Norwegian Wood: Quizás la que más veces he escuchado... y tocado también. La singular melodía principal, primero tocada en guitarra y posteriormente en sitar (una vez más por un George Harrison que se sale en su interpretación), es de las más pegadizas que me he encontrado hasta la fecha. La historia que cuenta puede tomarse desde varios puntos de vista, y prefiero dejarlos en la incógnita para (de esta sí que os aseguro que no me voy a olvidar) dedicarle parte de una entrada a sus hipotéticos dobles sentidos. La letra literal versa sobre un romance en una habitación construida con madera noruega, en el que el chico al despertarse se encuentra con que la chica ha huido (de ahí que el título también sea This bird has flown) y "enciende un fuego" con esta madera... menuda movida, ¿no? Suerte para quitárosla de la cabeza. ¿Podría ser más psicodélica?
4. Yesterday: Poco tengo que decir de Yesterday, quizás la más conocida de todas las canciones de The Beatles. Versionada más de 3200 veces en toda su historia y reconocida por muchos como la mejor canción del siglo XX, se compone únicamente de una guitarra acústica y un cuarteto de cuerda. Paul McCartney es el único de los cuatro de Liverpool que interviene en su interpretación, cantando también la melodía. Muchas veces Paul ha comentado que los acordes de la canción le vinieron a la mente tras despertarse sobresaltado una noche, creyendo que los había soñado (y más irónica es la primera letra que se le ocurrió para la canción, que decía; "Scrambled Eggs... oh, my baby how I love your legs", o sea, "Huevos revueltos... oh, nena, cómo me gustan tus piernas"). Único en su especie...
3. If I fell: Me encanta esta canción. Simplemente me encanta. El ritmo, la melodía, los acordes (que sí, son jodidillos hasta para el del oído absoluto, intentad tocarlos a primera vista y veréis) y la letra (¡qué letra!). Quizás parezca una intrusa si la nombro como la tercera mejor de todas las canciones pero... no sé, me ha sacado de tantísimos apuros y de tantas depresiones de caballo que no puede hacer menos que colocarla aquí. Para mí es inmejorable.
Ahora bien, en el vídeo aunque la letra parezca muy seria John se la toma a coña haciendo como se la está cantando a Ringo, un detalle genial. Y hablando de Ringo...

2. With a little help from my friends: Un clasicazo, y transmite uno de los mejores mensajes que hasta ahora han podido mostrar las canciones rock. Es el segundo tema en ser interpretado en la obra maestra de The Beatles, el Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, reconocido casi por unanimidad como el mejor disco de la historia; y empalma con el tema principal después de que Paul nos presente a "el increíble Billy Shears" (alias Ringo Starr). El batería es el responsable de la entonación de esta canción, creada específicamente para que él la cantara. Y es que una canción que versa sobre la alegría de la amistad parece idónea para el carácter jovial de Ringo, al que John y Paul obsequian con este nuevo tema, conscientes de que el humilde percusionista necesita también poner la voz de vez en cuando, lucirse. Y vaya si lo hace. La canción tendrá una popularidad enorme y una buena crítica (incluso con la expresión "I get high" que pudo causar su polémica, y los dobles sentidos [sí, todavía más] que hay por ahí escondidos), aunque parece que su valor como canción quedará en penumbra, a la sombra del impacto que tuvo el disco del que forma parte, mientras otros exitazos de The Beatles que quizás no fueron tan buenos tuvieron una repercusión mayor al destacar sobre las demás canciones o presentarse en solitario. Será la versión de Joe Cocker la que alcance verdadera fama al conseguir ser número uno en las listas de sencillos en Reino Unido. El bueno de Joe nos dejó hace sólo un par de semanas, pero su pérdida y su memorial quedaron camuflados por culpa de la lotería de Navidad y la dichosa corrupción en este país. Descansa en paz, Joe.
1. Hey, Jude: El tema maestro de The Beatles, y en opinión de muchos (hiperónimo en el que incluyo la de un servidor) la mejor composición de Paul McCartney y la mejor canción rock de la historia. Con más de siete minutos de duración, en su día encabezó la lista de las mejores canciones en EE.UU. durante nueve semanas consecutivas, el tiempo más largo que ha estado un tema de The Beatles como nº1. El sencillo ha vendido algo más de ocho millones de copias alrededor del mundo. Originalmente la canción iba dirigida a Julian Lennon, el hijo de John y Cynthia Powell, para consolarle por el divorcio de sus padres (ya que John había encontrado a la chinita de las pelotas, cuyo nombre no va a ser mencionado jamás en este blog), con lo que la canción se titulaba "Hey, Jules". El primogénito de Lennon muchas ha veces ha reconocido que de pequeño y en sus momentos difíciles encontró una figura paterna con más facilidad en Paul que en su propio padre, y que fue un verdadero amigo. No creo que haya persona viviente que no haya escuchado Hey Jude, y si es así me inspira una lástima de tales magnitudes que no os podéis hacer a la idea. Se podrían escribir libros sobre Hey Jude y todavía quedarían cosas que contar sobre ella. Disfrutad de la mejor canción del mejor grupo de la historia, amigos míos. Ah y os dejo también por ahí la actuación de Ringo y Paul en los pasados Premios Grammy, en los que interpretaron las que, como aquí expongo, considero sus dos mejores canciones. Nos vemos el domingo con la teoría prometida. ¡A más leer, miserables!

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