Oro para un rey
que viene a dar al mundo
esa paz que han olvidado
los que perdieron el rumbo.
Tú vienes con poder
de hacer al hombre libre
y has nacido en un pesebre,
como el pobre más humilde.
Y es por eso que venimos a adorarte...
Incienso para un Dios,
aroma de los cielos,
yo te traigo desde Oriente
y te ofrezco con gran celo.
Tú, que eres inmortal,
quisiste hacerte hombre
para dar la buena nueva
a los ricos y a los pobres.
Y es por eso que venimos a adorarte...
Mirra para aquel
nacido de la carne,
que ha llegado a redimirnos
del pecado con su sangre.
La muerte y el dolor
que todo el mundo ha visto
van a ser por fin clavados
en la cruz de Jesucristo,
Y es por eso que venimos a adorarte...
Frente a tu portal,
en esta noche santa
te ofrecemos nuestras vidas,
nuestra historia y nuestras almas.
La estrella de la fe
nos guía en el camino
que culmina en el misterio
de la Virgen con el Niño.
Y es por eso que venimos a adorarte...
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